Las lesiones musculares abarcan desde una contractura muscular hasta una rotura muscular completa. A continuación, se describen los principales tipos de traumatismos musculares
Calambres
Un calambre muscular es una contracción repentina, transitoria e involuntaria de uno o más músculos. Los calambres pueden causar un dolor muy intenso. Aunque generalmente son inofensivos y desaparecen por si solos o con estiramientos, pueden hacer que sea temporalmente imposible usar el músculo afectado.
Existen varias teorías sobre su causa: un bajo nivel de calcio o potasio en sangre, circulación sanguínea defectuosa en la zona afectada, o falta de líquidos que causan deshidratación.
Agujetas
La mayoría de personas han sufrido alguna vez en la vida dolores musculares que disminuyen dos o tres días después de una actividad física intensa. Se desconoce la razón exacta de su aparición, pero una de las teorías más aceptadas es que las agujetas se deben a microrroturas de fibras musculares que ocasionan una inflamación ligera del músculo.
Elongación muscular
La elongación muscular es el estiramiento brusco de un músculo sin rotura de fibras. El dolor puede ser de moderado a intenso y desaparece en unas horas. El período de recuperación es de 3 a 10 días.
Distención muscular
El desgarro o rotura muscular es una distensión grave que se produce cuando el músculo se estira demasiado o se rompe. Según la gravedad de la lesión, el desgarro muscular puede clasificarse en:
– De primer grado: Los daños de las fibras musculares son leves.
– De segundo grado: Rotura muscular parcial de las fibras musculares.
– De tercer grado: Rotura muscular total de las fibras musculares.
En muchas ocasiones será necesaria la cirugía para solucionar el problema, sobre todo en los casos de segundo y tercer grado.
Contracturas
En este caso los músculos se encuentran constantemente en tensión y el dolor aparece normalmente al día siguiente, no de inmediato. Las contracturas pueden aparecer sobre todo en personas poco acostumbradas a realizar esfuerzos, si se efectúan movimientos bruscos, o en ancianos por su menor elasticidad en músculos y articulaciones. Si las contracturas no se controlan pueden provocar una lesión más importante.