El dolor muscular, también conocido en medicina como mialgia, es un síntoma común en muchas enfermedades. Se origina principalmente por el uso excesivo de un músculo o grupo de músculos, aunque también puede
deberse a otras causas.
El hombre ha sufrido dolores musculares prácticamente durante toda la historia de la humanidad. Puede ser leve y limitarse a una parte concreta del cuerpo, o también un dolor intenso y generalizado (dolor sistémico).
El dolor muscular no está limitado exclusivamente a los músculos, también puede afectar a ligamentos, tendones y fascia, los tejidos blandos que conectan los músculos, huesos y órganos. Habitualmente está íntimamente relacionado con la sobrecarga por ejercicio o trabajo. Este tipo de dolor afecta a áreas específicas y se inicia durante la actividad física o inmediatamente después de esta.
Aunque la mayoría de los dolores y molestias musculares desaparecen por sí solos en poco tiempo, en ocasiones puede mantenerse durante meses. Una mialgia duradera puede ser el síntoma de enfermedades como trastornos de los tejidos conectivos, infecciones, deficiencias nutricionales, trastornos metabólicos o el síndrome de fatiga crónica.
Causas
Las causas más comunes del dolor muscular localizado son la tensión, el estrés y las lesiones menores como traumatismos, esguinces y distensión muscular. Y en el caso del dolor sistémico son las infecciones, otras enfermedades, o los efectos secundarios de algunos medicamentos.
Otras causas comunes del dolor muscular son:
Síndrome compartimental de esfuerzo crónico. Causa dolor, hinchazón y, a veces, discapacidad en los músculos. Cualquiera puede desarrollarlo, pero es más común en corredores adultos jóvenes y atletas que participan en actividades que implican un impacto muy repetitivo.
– Fibromialgia. La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético crónico y dolor a la presión en puntos específicos. Se desconoce la causa exacta y se cree que hay muchos factores implicados. No tiene cura, pero existen estrategias que pueden contribuir a mejor la calidad de vida de los pacientes.
– Hipotiroidismo. La glándula tiroides no produce suficientes hormonas esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, y con el tiempo, el hipotiroidismo no tratado puede causar una serie de problemas de salud, como obesidad, dolor en las articulaciones, infertilidad y enfermedades del corazón.
– Polimiositis. Se trata de una enfermedad inflamatoria poco común que causa debilidad muscular que afecta a ambos lados del cuerpo. Puede dificultar subir escaleras, levantarse desde una posición sentada o levantar objetos.
– Artritis reumatoide. Es un trastorno inflamatorio crónico que no solo afecta a las articulaciones. En algunas personas puede dañar una amplia variedad de sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.